jueves, 29 de septiembre de 2011

Same room; another room


Hace tiempo que quería renovar un poco la decoración de mi habitación porque ya estaba cansada de todo aquello con lo que había convivido durante mi adolescencia. He crecido y había llegado el momento de poner a la habitación un toque más maduro.

 

Aún quedan por hacer algunos pequeños cambios, pero lo más destacado ya está listo. Cambié el color azul fuerte que tenía (pintado por mí con 15 años) por un rosa bailarina que me encanta. Retiré todo tipo de muñequitos y demás cositas de niña que tenía por paredes y estanterías (aunque siempre fiel a mis dos peluches preferidos), llevé el teclado para otra habitación y así el sillón lo pude colocar haciendo esquina junto a la estantería para poder leer con más claridad.



La silla era de mi abuela, estaba prácticamente nueva, sólo le falta una barra en el respaldo pero así me gusta más; y la estantería era de color naranja y odio el naranja y el rosa, así que decidí pintar las dos cosas igual.

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