El domingo por la tarde fuimos a dar un paseo por la isla de A Toxa (La Toja): es una isla de las Rías Baixas, unida por un puente de O Grove, pueblo donde se celebra en el mes de Octubre la Feria del Marisco.
A Toxa posee un casino que evoca la sociedad del siglo XIX, un campo de golf fundado en los años 60, una antigua fábrica de jabones y cosméticos, de la cual soy fan total, balnearios, hoteles de lujo, centro de congresos...
Lo que más destaca, a mi parecer, es la famosa Ermita de San Caralampio, más conocida como Ermita de las Conchas, llamada así por estar cubierta de arriba a abajo por conchas de vieira en la que es tradición dejar escrito un nombre, una fecha, una frase...
Una de las cosas que más me gusta hacer en A Toxa es pararme en cada uno de los puestecitos de pulseras y collares de conchas. Siempre que voy, siempre compro alguna cosita, tengo un montón de pulseras de colores... pero esta vez encontré también anillos y diademas super originales. Me probé una diadema, pero no terminaba de convencerme, porque no me veía muy bien con ella, aunque la verdad es que era monísima, pero los anillos... cada cual más bonito y más me gustaba. Debía decidirme por uno y elegí el más colorido y maravilloso. Es una bolita de caracolas muy pequeñas, por supuesto todo echo a mano.
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