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| Mi estantería principal |
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| Parte de mi otra estantería |
Cuando alguien me pregunta qué es lo que me gusta hacer en mi tiempo libre, ese tiempo que es solo para invertirlo en mí misma, siempre digo: LEER.
Soy una deboralibros. Y me gasto una fortuna en ellos. No me gusta que me dejen libros o leer los que no son míos. Yo tengo que leer mi libro, mio al cien por cien, porque a veces me gusta tanto un libro que, aunque ya esté lo colocado en la estantería releo partes todos los días, y cuando digo todos, señores, es todos, al menos hasta que me las aprenda casi de memoria.
Para mí leer es desconectar de mi vida, de mi mundo, y meterme en la vida de los protagonistas. Cuando leo me siento esa chica que llora, ese hombre que ríe. Me siento en el sillón de mi habitación o en una esquina de la cama y me quedo ensimismada leyendo cada palabra. En la playa, en la piscina, en el campo. En el coche, en el bus y hasta andando. Da igual donde esté, el ruido que haya, o la gente que me hable, si yo tengo un libro en mis manos, me esté gustando o no, pierdo todo contacto con el mundo real.
Leer me sirve para desestresarme y para permitirme soñar que todo es posible, al menos a través del papel.
Leo una media de dos libros al mes y los que me conocen me dicen que me vendría bien comprarme un ebook, pero yo me niego en rotundo. Un NO gigante, casi chillándolo. ¿Comprarme una maquinita para tener muchos libros y no poder disfrutar del olor de las hojas, del tacto, del doblar una esquinita porque me ha gustado tanto una parte que quiero encontrarla fácilmente? No gracias, en cuanto a libros, la tecnología no ha llegado a mi mente.
(fotos We heart it)
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